Por primera vez luego de numerosas gestiones, se tomó la decisión gubernamental de eliminar los beneficios exclusivos para Buenos Aires. Esto llevó a la igualación de las tarifas de gas, luz, agua y transporte público con las del resto de las provincias.

En un esfuerzo histórico por promover la equidad y reducir las disparidades regionales, el Gobierno ha decidido eliminar los beneficios exclusivos que, durante años, favorecieron a los residentes de Buenos Aires en materia de tarifas de servicios básicos. 

Esta medida implica la igualación de los precios del gas, la luz, el agua y el transporte público con los del resto de las provincias.

Por primera vez, después de numerosas gestiones, se ha adoptado una política que busca nivelar el terreno para todos los argentinos. 

Los residentes de Buenos Aires, que históricamente han gozado de tarifas más bajas gracias a subsidios específicos, verán ahora un incremento en sus facturas, alineándose con los costos que enfrentan los ciudadanos en otras partes del país.